Entrevistamos a Marcelo Márquez, psicólogo especializado en psicodeportología de la Selección Peruana de Fútbol, quien nos contó sobre su visión de bienestar, su trabajo durante la clasificatoria a Rusia 2018 y los próximos retos para la campaña mundialista de Perú. ¡Gracias Marcelo!

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Marcelo junto a las cuatro co-fundadoras de De-mentes. De izquierda a derecha: Lucero Andaluz, Ana Sofía Carranza, Marcelo Márquez, Marcia Fernández y Gemma Canepa.

• ¿Qué significó para ti sumarte al comando técnico de la Selección Peruana en el 2015?

Cuando Ricardo (Gareca) me convocó fue una gran alegría para mí porque significó poder reencontrarme con grandes compañeros de trabajo. Con ellos estuve trabajando durante muchos años en Vélez (Sarsfield), donde nos conocimos; para mí no hay nada más saludable que trabajar en un ambiente profesional, distendido y de confianza. Eso es lo que se genera en el comando técnico de Ricardo Gareca: él tiene esa sabiduría. De este modo cada uno saca lo mejor de sí.

• ¿Qué es para ti el bienestar? ¿Cómo lo definirías?

Creo que tiene que ver con la sensación personal de un individuo, independientemente del rol que tenga, de acercarse a las situaciones y a las personas que lo puedan hacer sentir feliz y dejarse estar en ese lugar. Yendo a lo específico del ambiente del deporte, lo más próximo es el juego, que es la base de todo: el bienestar para un deportista tiene mucho que ver con eso, con que pueda permitirse seguir jugando.

• ¿Cuál consideras que es el rol del psicólogo en el ámbito deportivo?

Para mi trabajo me he basado mucho en desarrollar la capacidad de escucha. Que tengamos ganada la confianza de un comando técnico, de un futbolista o de un deportista en general es muy importante: que nos permita tener la confianza de comentarnos algo y saber escucharlo. Esto significa que a veces se tiene que detener la pelota para que esta persona pueda hablar de lo que le está sucediendo, que puede ser algo negativo como positivo, y ver cómo puede enfrentarlo.

• ¿Consideras que existe un estigma en el ámbito deportivo?

Hay prejuicios, sí. Pero justamente están para ser enfrentados. Es importante ocupar otros lugares, enfocarnos en otros temas: en nuestro caso creamos nuestro propio diccionario con palabras positivas, donde “presión” y “estrés” no estaban incluidas. Cuando uno elimina estas palabras y se enfoca en otras positivas, todo es posible.

• ¿Qué papel jugó la preparación emocional de los jugadores para clasificar a Rusia 2018?

Desde el comando técnico– y cuando digo comando técnico es con la figura de Ricardo (Gareca) como entrenador y como líder del grupo – entendemos siempre que para los jugadores lo más importante es no diferenciar lo mental de lo futbolístico, sino hacer un trabajo integral: y a eso se apuntó. Lo que hicimos fue tener claro que un partido se gana desde lo técnico y deportivo, lo emocional está para potenciar nuestro rendimiento y capacidad. Ese es para mí el secreto del rol que tiene lo emocional, lo mental en el deporte: saber manejar las situaciones, tener claro que no se trata de tener todo bajo control, porque ese es un ideal imposible de lograr y que puede generar una sensación de frustración e insatisfacción, y esto por supuesto excede al ámbito deportivo.

• ¿Qué herramientas utilizaste en tu trabajo con la Selección camino al Mundial?

Implementamos muchos dispositivos. Uno de los que más utilizamos fue la posibilidad de generar espacios comunes, donde estamos todos – futbolistas y comando técnico – para poder charlar. Hubo mucha gimnasia con respecto a eso: desdramatizando la situación, haciendo una ronda muy tranquila y relajada para hablar de las cosas que íbamos a enfrentar. El ambiente fue muy distendido. Una de las claves fue saber bancarnos que nos vaya bien: es decir, saber que las cosas podían ir bien y bancarlo, no boicotearnos.

• ¿Con los jugadores trabajas más a nivel individual o a nivel grupal? ¿Hubo algo que tuviste que trabajar para conformar mejor el sentido de equipo o el trabajo fue más individualizado? Cuéntanos tu experiencia.

Los abordajes son a veces individuales y otras grupales, según la situación. Los verdaderos protagonistas de todo esto son los futbolistas, ellos son los más importantes de esta película e hicieron algo buenísimo, que fue clasificar a un Mundial. Algunos jugadores con su primera experiencia en una selección nacional o en su primera eliminatoria y esto solamente fue posible porque el nivel de humildad, valentía y decisión que tienen es enorme. Ellos estaban totalmente convencidos de que se iba a lograr y lo que se generó fue una química, una energía en ese grupo, en ese vestuario, donde todos querían estar. Y eso era contagioso: te contagiaba seguir.

Este reto – que fue muy difícil – solamente se hizo posible porque se hizo por el otro: ese es uno de los secretos. No tiene sentido hacer algo tan importante de forma individual: no hubo una jugada, un jugador, un gol: no, todos fueron importantes. En la Selección hay un sentimiento de pertenencia, de sentirse útil y respetado: se encuentra en el equipo un lugar donde uno quiere estar y dar lo mejor de sí. Estos muchachos hacían jugar mejor al compañero: independientemente de la tez que tenían en su rostro o si venían de historias diferentes, eso no importaba.

• En un inicio, ¿cómo respondieron nuestros seleccionados a trabajar el lado mental y emocional? ¿Entendieron su importancia?

El ambiente de trabajo fue siempre de mucho respeto para la figura del psicólogo. Supe encontrar un lugar: teníamos nuestros momentos para trabajar y se generaba algo que era espontáneo. Ya estaba dentro de la planificación algún encuentro, video o dinámica, y esto formaba parte del trabajo integral, no estaba aislado. De esta manera se naturaliza la figura del psicólogo, nuestros instrumentos y metodología: los temas iban surgiendo a medida que iba transcurriendo la clasificación, no había algo muy preestablecido, lo cual me pareció muy genuino porque el rol del psicólogo tiene mucho que ver con adaptarse a lo que demanda la situación y el grupo.

• Nos comentaste que te gusta recolectar las imágenes de los partidos para luego mostrárselas al equipo. ¿Qué es lo que se genera con esto?

Nosotros – tanto el comando técnico como los jugadores – decidimos escribir nuestra propia historia. Y nuestra historia tiene imágenes, videos, partidos y fotos: la idea fue hacer un gran álbum en una pared y poder ver el recorrido de toda la eliminatoria ahí. Porque todos los que pasaron por la Selección dejaron algo importante para este logro. Nuestra idea fue ser los artífices de nuestra propia historia y no hacernos cargo de las expectativas de los demás: de esta manera, uno se siente más liviano.

• ¿Cómo es la hinchada peruana como colectivo? ¿La expectativa influyó de alguna manera en el equipo?

Influyó y mucho. El hincha se iba enganchando con la Selección, identificándose, y lo que nosotros recibíamos era apoyo incondicional. Pero, ¿podíamos cargarnos con la mochila de 30 millones de peruanos? No: nosotros sabíamos que había mucha expectativa, una vibra muy buena de querer clasificar al Mundial, pero teníamos que poder manejarlo internamente para que eso no nos afecte ni nos desenfoque.

Lo más saludable para un futbolista, para un deportista, – y esta es una sugerencia que yo me permito dar- es que pueda entender que si él juega sin hacerse cargo de las expectativas de los demás, juega mucho más liviano. Porque si le vamos metiendo mucho peso a la mochila podemos tener el temor de defraudar: si uno logra restringir esta sensación, te permite darte cuenta que simplemente vas a jugar un partido de futbol. Si alguien te dice “pero mira que estás jugando la clasificación”: sí, pero es un partido de fútbol. ¿Y qué hago desde los cinco años? Jugar al futbol. “Pero mira que vas a estar en la cancha de tal equipo, de tal selección llena”: sí, pero es un partido de fútbol. Tomar este tipo de decisión es saludable, lo otro es enfermizo.

• ¿Cuáles son tus objetivos para nuestra participación en Rusia 2018?

Mi objetivo es continuar. Es como ahora en Netflix que podemos ver un montón de series: imagínate eso, que terminó la temporada 2017 y ahora estamos en la temporada 2018, en donde habrá varios capítulos y uno de ellos es el de Rusia. Es continuar creciendo: habrá distintos rivales, distintos entornos, pero nosotros tenemos algo que funciona y lo continuaremos. Somos un equipo; la etimología de esta palabra “equipe” es de origen germana y se utilizaba hace muchísimo tiempo para denominar a las personas que se embarcaban en una embarcación con un mismo destino. Y bueno ahora nos embarcamos con destino a Rusia y estamos todos subidos ahí: los jugadores, el comando técnico, la federación, la hinchada, todos.