Hace tan solo unos días, la Premier Mirtha Vásquez manifestó en su mensaje al Congreso de la República que la propuesta de este gobierno es que «el 100% de las provincias del país cuenten con servicios de salud mental comunitaria integrados a la red de salud». Asimismo, mencionó que 300 nuevos centros de salud mental comunitaria serían implementados, y que aquellos ya existentes se fortalecerían.
Foto: MINSA
¿En qué consisten los servicios de salud mental comunitaria? Entrevistamos a Carlos Bromley Coloma, médico psiquiatra de la Dirección de Salud Mental del Ministerio de Salud, quien nos contó sobre este modelo de atención, así como sobre los retos y brechas en salud mental que nuestro país debe enfrentar tras la pandemia del COVID-19.
¿En qué consisten los principales cambios implementados en el modelo de atención de salud mental en nuestro país en los últimos años?
La Reforma de Salud Mental ha permitido el cambio del modelo de atención, pasando de un modelo manicomial a un modelo comunitario y con respeto a los derechos humanos, desplazando la atención de las personas con problemas de salud mental desde los hospitales psiquiátricos a los servicios de salud mental en la comunidad. Esto también ha implicado el cambio del modelo de atención biomédico – centrado en la atención médica y el tratamiento psicofarmacológico – al modelo de atención integral, con equipos interdisciplinarios que se enfocan en las causas psicosociales de los problemas de salud mental.
¿Cuáles son los avances a la fecha respecto a la implementación de los Centros de Salud Mental Comunitaria (CSMC) a nivel nacional?
Los CSMC se han venido implementando de manera progresiva en el país, llegando actualmente a tener 206 a nivel nacional. Estos centros brindan atención a las personas con problemas de salud mental y funcionan con equipos interdisciplinarios con un mínimo de 20 integrantes de diferentes formaciones. Contamos con profesionales de salud mental, como psiquiatras, psicólogos, médicos de familia, enfermeros, así como con trabajadores sociales, tecnólogos médicos para terapias del lenguaje y ocupacionales, químicos farmacéuticos, técnicos de farmacia, técnicos de enfermería, personal estadístico, además de personal administrativo y de limpieza.
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¿Qué necesita una persona para poder atenderse en su centro de salud mental comunitaria más cercano? ¿Es necesario contar con algún seguro del Estado?
Si presenta una emergencia, solo tiene que acercarse a solicitar atención y esta le será ofrecida. Si tiene Seguro Integral de Salud (SIS), se le brindará atención por este sistema. Si no lo tiene, de igual forma se le brindará atención, así como el acompañamiento y asesoría necesarios para su inscripción.
¿Cómo se estima que ha crecido la demanda de atención en salud mental dada la pandemia en nuestro país? ¿Está nuestro sistema de salud mental listo para afrontar este incremento?
La pandemia del COVID-19 ha incrementado los problemas de salud mental de la población, de tal forma que los que ya los venían padeciendo, se han agravado y los que no los padecían, han comenzado a padecerlos. Se ha incrementado la ansiedad, la depresión y el síndrome de maltrato a niñas, niños y adolescentes. También se ha incrementado la violencia en todas sus formas y en todo lugar.
El sistema de salud en general y el de salud mental en particular aún son insuficientes para atender los problemas de salud mental, necesitan crecer en cantidad y calidad. Para ello, es necesario mejorar el presupuesto nacional de salud mental y con ello la inversión per cápita en este concepto, para así poder cumplir con lo mencionado por la Presidenta del Consejo de Ministros respecto a la implementación de nuevos centros de salud mental comunitaria.
En su opinión, ¿cuáles son las brechas que todavía nos quedan por cubrir para lograr una atención en salud mental universal y accesible para todos y todas en nuestro país?
Es necesario trabajar la prevención de los problemas de salud mental a través de intervenciones en los colegios dirigidas a niñas, niños y adolescentes, para así contribuir con la formación de una salud mental sana que conlleve hacia una vida funcional con bienestar y felicidad. Asimismo, es necesario incluir en la formación de pregrado y postgrado de todas las carreras profesionales – en particular en las de salud y ciencias sociales – el modelo de atención comunitario en salud mental.
Es también muy importante trabajar para mejorar los determinantes sociales que afectan la salud mental de la población, como la pobreza, por ejemplo. Finalmente, es fundamental ampliar la cobertura de atención en salud mental, implementando más y nuevos servicios de salud mental en la comunidad, así como habilitando el presupuesto necesario para que esto sea posible.
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