Desde hace varios días se viene hablando del fenómeno “La Ballena Azul” que inició en Rusia y se ha extendido a varios países. El objetivo de este fenómeno, que se ha empezado a viralizar, es contactar a adolescentes por redes sociales, amenazarlxs e incitarlxs a cometer una serie de retos que culminan en el suicidio. Lamentablemente, existen ya varios casos de adolescentes que han perdido la vida y se está analizando el vínculo de estos suicidios con el “reto” de La Ballena Azul.

Sabemos, sin embargo, que hay diversos factores que entran en juego al momento de determinar si unx se involucra o no en estos retos. No todxs nos veremos convencidxs por un mensaje que nos llega por alguna red social retándonos a hacernos daño. La adolescencia es una etapa de cambios, de búsqueda de unx mismx, de encontrar quién eres y de lograr la inclusión social, y los pares juegan un rol fundamental en este proceso. También es una época en la que algunxs se verán más tentadxs a desafiar las reglas que otrxs. Es una etapa de vulnerabilidad, por todos los cambios que pasamos, pero esa vulnerabilidad como todo en la vida, se acentúa por una serie de factores psicosociales que nos atraviesan. No es lo mismo ser adolescente en Europa como lo es en Perú, y tampoco lo mismo en un entorno de pobreza y violencia, que en uno de estabilidad económica y tranquilidad, y así podemos seguir con muchas otras variables.

Me pregunto en este punto, ¿qué sucedería si una persona, en un estado sumamente grave de vulnerabilidad emocional, es contactada para realizar estos retos? Sí, no todxs vamos a responder de la misma forma, pero existen factores que pueden aumentar la probabilidad de respuesta, especialmente si hablamos de personas con depresión (que sabemos hay casi dos millones en Perú). Personas con fuertes conflictos emocionales, estados depresivos y falta de soporte familiar, definitivamente están en mayor riesgo ante este tipo de fenómenos. Y este es solo un ejemplo de algunas personas que podrían estar en mayor vulnerabilidad, pero definitivamente hay muchos más.

Es nuestra responsabilidad como sociedad tomar acción sobre estos temas, pensar en nuestras vulnerabilidades, pero también en nuestras fortalezas y cómo podemos utilizarlas para combatir esta realidad. Empecemos desde casa, informemos a nuestrxs conocidxs, familiares y amigxs sobre este fenómeno. Estemos atentxs y dispuestxs a ayudar y dar una mano a quien lo necesite, todos los días y más aún en el contexto en que nos encontramos.

#TodosPorLaSaludMental